sábado, 5 de junio de 2010

Me suelto una vez mas, esta soltura me encuentra siempre de madrugada, con la nariz algo tapada y con sueño pero sin querer dormir. Ahora hay poca espiritualidad, mas análisis y el ir por la superficie dia a dia se hace cada vez más interesante, porque todos nos callamos por dentro y solo queremos fingir en esa dinámica cuando otros intervienen en los denominados encuentros sociales. Estatus de pertenencia y aferro, a las cosas que nos hacen parecer importantes a otros; los celulares, como nos apegamos a la idea de estar por sobre los demás al tener cosas que otros desean, y ser admirado por eso, por tener, por andar carros grandes y rápidos, por asistir a los lugares a donde todos van a divertirse; y que todos te conozcan y hablar y gritar de lo que tenes y de los que los otros no, y de lo que sos y de los que otros no son y asi sigue.
Tener o no tener nos define ante otros, ante los ojos generales. Nos atrapan esas definiciones dependientes de las posiciones, que tengo esto, que quiero lo otro, que fui aqui, que estuve alla, pero el detalle es que siempre queda algo oculto, perdón, la mayoría de nuestra naturaleza compleja, lo auténtico queda oculto. Somos una sociedad que no tolera lo que realmente somos y por eso buscamos acoplarnos a lo que esperan que seamos, esto dicho al respecto de lo que realmente somos como decir: si; la naturaleza humana realmente es nociva y dañina y destructiva, no, me refiero a lo que realmente somos, lo que no le enseñamos a los demás de nosotros, lo que tememos que los demás vean de nosotros, el estar desnudos de las cosas y convenciones y estatus que nos definen y solo ser.